Introducción a "Relámpagos de papel"
Hoy
lectores amigos míos, muchos de vosotros compañeros de letras y batallas, hoy
curiosos que habéis venido a parar aquí por una de esas casualidades pero continuáis
recorriendo las líneas con la vista, hoy, digo, nace esta bitácora (no sé por
qué le tengo tanta manía a la palabra blog) que engendro yo pero, eso sí,
debéis ir alimentando vosotros. Tú, lector intrépido, acoge, mima y amamanta a
esta criatura. Ahora no es más que un punto, un bebé que ni siquiera es capaz
de llamar la atención con sus llantos; mañana, a saber si estos no se tornarán
voces de tenor.
Fotografía del autor |
Pero
no me quiero distraer de la realidad, y ésta no es otra que ahora hace frío
aquí: demasiado vacío para que haya calidez (siempre soñé con la chimenea de
una casa de pueblo, de esas que hacen que huela toda tu ropa a leña). Mirando a
través del cristal de la incubadora, como el que contempla la lluvia refugiado
tras la ventana, aprieto los dientes manteniendo la respiración que no apercibo
en el pecho del recién nacido hasta que por fin… se hincha en un gesto
espasmódico, de golpe y sin previo aviso. Asoman tímidas letras por los
lagrimales y, de sus oídos, segregan unas palabras viscosas para dar comienzo a
las primeras frases (probablemente deslavazadas) que ya escupe la desdentada
boca. Puede presentir no sólo la belleza del exterior, también lo feo,
deshonesto, malvado y pervertido: la criatura, está viva.
¿Y
qué puedes ver en el interior del pequeño?: teatro, poesía, narrativa, nuevas
tendencias literarias, pensamientos, artículos, reflexiones, reseñas a
escritores actuales y clásicos e incluso a otras bitácoras afines,
colaboraciones… En definitiva, evocará el olor a papel y tinta, las viejas
máquinas de escribir y todo lo que salen de estos. Si encuentro eventos,
presentaciones de libros, recitales, etc., que a priori me puedan resultar
interesantes también tendrán su cabida. Será una revista bisemanal, una gaceta,
un café donde charlaremos, debatiremos y expondremos para hacerte partícipe
después de las entradas (También le tengo manía a la palabra post). Será lo que
tú quieras que sea, lector, porque el buen libro ha de causar no sólo una
impresión distinta a cada uno de nosotros, sino también ser exclusivo.

Un fuerte abrazo de bienvenida y los mejores deseos desde mis puentes de papel a esos relámpagos de papel... Así que seguimos caminando en la amistad y en la escritura. paso a paso, con voz, con la emoción intacta del comienzo.
ResponderEliminarMuchas gracias, José Luis, maestro...
EliminarEstoy feliz por ti, compañero. Que hermosa entrada
ResponderEliminarGracias, Francisco, amigo mío.
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