El creador de estrellas

Sarilis Montoro

   Sarilis Montoro (Zaragoza, 1965), ha publicado los siguientes libros: El bosque de la luna menguante, cuento infantil sobre la violencia de género (Desván Editorial); Relatos al óleo, cuarenta relatos cortos inspirados en lienzos de los maestros de la pintura de todos los tiempos (Desván Editorial); Desván de arena y seda, relato inspirado en hechos reales (Desván Editorial); La navidad de Anuska, cuento infantil de navidad (Editorial Círculo Rojo); Cuentaviajes, veintidós relatos ambientados en distintas ciudades de todo el mundo (Editorial Círculo Rojo); Juego de damas, libro de relatos y poemas inspirados en cuadros de la pintora mexicana Maribel Moratilla (Huella Digital) y el poemario Beso de Luna (Editorial La Fragua del Trovador). Ganadora del certamen Tomás Seral y Casas en la categoría de mejor relato local con La tragedia de Marga y Ofelia en el agua. Sus relatos publicados en antologías son: Preciados elefantes (revista número 49 de Compromiso y Cultura); Love online (Amor km 0 editado por Zarracatalla); El poeta pobre (50 historias para leer sin prisas por la editorial Comuniter); La odalisca (editorial Vivelibro); La bella calma (Relatos de 90 segundos con La fragua del trovador) y El silencio de la tierra dormida y La soledad de las hadas (números 18 y 19 respectivamente en la revista literaria Imán) de la Asociación Aragonesa y de la cual es socia desde 2018.



EL CREADOR DE ESTRELLAS

   Me gustaría que un día la humanidad no necesitara de comida contaminada para alimentarse. Gran parte de las enfermedades que padecen los seres humanos tienen su origen en los alimentos que nos llevamos a la boca y llegan a nuestros tiernos e inocentes estómagos y de ahí, se distribuyen como una cadena de trabajo en una fábrica por nuestras venas, intestinos, huesos, órganos vitales como pulmones y riñones y finalmente el pobre corazón que se nos queda parado sin avisarnos muchas veces cansado ya de soportar el peso de tanta basura vitalicia. Pero esta patética situación de nuestros días, no es lo peor. Lo que más me asusta de los tiempos que vivimos es la falta de alimento para el alma del ser humano. El alma del hombre padece de una anemia galopante que puede hacer que nuestros días estén contados. La sociedad en la que nos desenvolvemos padece de tensión alta lo cual hace que los conflictos callejeros estén a la orden del día, están en la sopa que nos comemos al mediodía y en la tortilla que nos cenamos por la noche. Los asesinatos de jóvenes y el suicidio de adolescentes en todo el mundo es el lastre de nuestro tiempo y, está en las pesadillas de muchas personas que lo ocultan porque nos empeñamos en vivir de espalda a los fantasmas y monstruos que poco a poco se irán apoderando de nuestras almas y cuando queramos poner remedio, será demasiado tarde.
Fotografía de David Darriba
   Una vez hecho este planteamiento, me niego a aceptarlo. Tengo un pacto con la luna y ella va a colaborar conmigo. Es muy sencillo y muy osado a la vez. Hay que tener una combinación entre conocimiento de estrellas y grandes dosis de ilusión, se necesita ser un poco mago y un poco humano.
   Me convertiré en creador de estrellas y con ellas alimentaré a la luna que está tan preocupada por la humanidad, que ha caído en depresión. Primero me transportaré en sueños hacia una parte del Universo que se encuentre limpio de estrellas enanas que están a punto de morir. Me llevaré una jaula especial de barrotes de madera y en ella, introduciré a la luna famélica, después vigilaré con cautela el matrimonio de los gases de hidrógeno y helio y cuando la estrella nazca, me apoderaré de ella antes de que degenere, la introduciré en mi triturador espacial donde todos los productos contaminantes de la tierra se convertirán en alimento sagrado y puro gracias al contacto con la estrella virgen y con este producto celestial alimentaré a la luna, noche tras noche, siglo tras siglo, porque yo, al ser mago, trasciendo a la coordenada del tiempo y así conseguiré erradicar la maldad de los alimentos que llevan consigo los manipuladores de los mismos, conseguiré que los laboratorios farmacéuticos tengan más precisión curativa y menos afán lucrativo. Mi alimento estelar procederá de muchas noches insomnes de media luna anémica pero con mi método de creación de polvo de estrella y producto contaminado de la tierra, se creará el alimento universal que nutrirá a la luna y ella, iluminará a la humanidad cuando recupere la esperanza perdida y rebose de salud lunar.
   No tengo miedo de que el componente contaminador del alimento terrenal pueda estropear la inocencia de la estrella virgen porque lo de arriba necesita de lo de abajo y lo de abajo necesita de lo de arriba. Yo trabajo en pos de la humanidad y no para colgarme medallas y honores.
   Yo, en un día cualquiera, de una estación cualquiera y de una época cualquiera me erijo como mago protector de la humanidad. Para ello firmo un contrato con la débil luna en el que se estipula que yo crearé con estrellas recién nacidas y el componente contaminante de la tierra un alimento cósmico y sagrado a través de mi triturador estelar. Se concederá un plazo determinado de siglos para comprobar su eficacia, dependiendo de ello de la buena voluntad humana de no contaminarlo con su afán de codicia y poder. En el caso de que fracase, renunciaré a mi cargo de creador de estrellas y pasaré el relevo a otro mago que lo desee y si nadie deseara intentarlo de nuevo, la humanidad quedaría a merced de su destino. Yo, abandonaría este planeta y la luna presente en este contrato me acompañaría el resto de mi vida teniendo la humanidad que crear su propia luna a medida de sus objetivos y metas.
   Sin nada más que decir se despide el mago creador de estrellas.
   ¡Buena suerte!


Sarilis Montoro

Comentarios

  1. Guay. Muy guapo. Muy real, muy triste y muy bonito. Gracias por no guardar para ti sola tú don.

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    1. Sí, la creatividad hay que sacarla fuera. Grande, Sarilis... Un saludo, Ana.

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